agosto 21, 2007

Llamo uno a uno a los testigos de mi soledad, me olvido de sus adjetivos y su temporalidad. Se tienen que hacer presentes porque ella, mi Soledad, va a regresar. Su entrada será dolorosa. Aquí están las primeras gotas, las que la hacen sonreir. Aquí están las mentiras, sírvanse la que más le guste y no olviden que la verdad es el postre. Mis ojos son ciegos ante tanto dolor. Va a pasar, siempre pasa. En cuanto entre todo será calma, podré volver a caminar, tal vez pueda respirar. Ya vienes y no duele, yo ya estaba enamorada de mi soledad. Es sólo que a veces quisiera guardarme completa en mi mano y que una fuerza ajena me arrojara lejos de mi propia vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esto realmente resuelto mi problema, gracias!